viernes, 9 de julio de 2010

El orgullo se viste de morado


La escasez de militantes en las marchas por el orgullo gay en Lima ha llevado a la firme conclusión de que si la muchedumbre no viene a la causa, la causa irá a la muchedumbre.

Si bien parece un poco lejano alcanzar los estándares de asistencia de las masivas manifestaciones de ciudades como Madrid, Rio, México, Buenos Aires, Tel Aviv la pregunta inmediata resulta ¿Por qué la lejanía? ¿Hay más gays, más lesbianas, y más trans en estas ciudades?

Dudo, en principio que en Lima ( perdón por el centralismo, es ajeno a mi) exista tal escacez de diversidad sexual , pero sí carecemos de militantes pro visibilidad, pro orgullo, pro matrimonio, pro igualdad.

La acción colectiva no es pan de cada de día de movimientos a favor de derechos civiles, ¿será porque la mayoría estamos más concentrados en la demanda de derechos sociales? Es muy probable. Las igualdades y libertades básicas no han sido justamenta las ideas sobre las que se construyó la noción de ciudadanía peruana. La victoria de la inclusión política (derecho al sufragio y a la representación) no bastan para constituir al ciudadano como tal.

¿Se requieren cumplir los derechos sociales antes que los civiles? Recordando que vivimos en un Estado de Derecho, no. Todos deben ser promovidos e incentivados a la vez ya que uno no es solo pobre, sino que también es hombre, es transexual y es una ciudadana.

La desmovilización frente al reclamo de derechos fundamentales puede estar explicada por la desmovilización política en general existente a causa de un sistema de partidos débil y desinstitucionalizado. A falta de movimientos sociales poderosos como podrían ser las organizaciones LGTBI, se pensaría que algún partido podría canalizar estos reclamos. Sin embargo y como es sabido, pocos partidos apuestan por propuestas programáticas coherentes o por último, es un tema muy controversial como para discutirlo en campaña.

Según la Encuesta Mundial de Valores (WVS) hecha en 2001 en Perú, frente a la pregunta "De esta lista hay varios grupos de personas. Mencione el grupo que no le gustaría tener como vecino" , el 49.2% de entrevistados respondió Homosexuales. Mientras que en Argentina fueron mencionados por 22% de entrevistados y en España, el 14,8%. A pesar de ser datos agregados de todo el país y no ver exclusivamente las ciudades mencionadas, si pueden servir como un indicador para sugerir la mayor intolerancia existente a nivel global por los peruanos y peruanas.

Las observaciones que hemos hecho son pesimistas. No creemos que en los próximos años se vayan a sumar espontáneamente a la causa de la defensa de la igualdad de derechos para la comunidad LGBTI el 49% de peruanos que no quiere tenerlos como vecinos. Pensando en el otro 51% bueno, ellos tuvieron que decir entre kurdos, miembros de ETA, extremistas de derecha, extremistas de izquierda, drogadictos, alcohólicos, entre otros. Así que debe haber gran dispersión en la otra mitad y no afirmaríamos que estos sí quieren tener vecinos homosexuales, simplemente que en sus listas de repulsión social, no ocupan el primer lugar.

Proponemos por lo tanto, aprovechar un acto masivo, colectivo y familiar para promover la visibilidad y de paso pedirle al Señor de los Milagros que no nos odien tanto, que la igualdad sea un tema que se debata constantemente a nivel de medios y de representantes y que la libertad de expresión sirva para los que no la tienen, a cambio de hacer los votos de ir de morado y con la bandera en alto.

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