jueves, 22 de julio de 2010

Política en la peluquería

¿Una imagen vale más que mil palabras? No. La imagen es plenamente arbitraria y depende del que puede publicarla, editarla, recortarla, etc. Teniendo esto en cuenta, la escena previa a la foto es la de la candidata a la alcaldía de Lima declarando abiertamente que está a favor del matrimonio homosexual y la adopción (no la adopción de homosexuales, sino a la figura de homosexuales adoptando niños).

A mi suelen convencerme los candidatos más liberales que otros. Esta mujer me convence, Carlos Alza también. Así de recortada y arbitraria la figura, señoras y señores.

domingo, 18 de julio de 2010

Metodología: conservadora


Si ya hablar de "inteligencia militar" suena a oxímoron, cuando de moral se trata parece que nos tomaran el pelo.


Una encuesta realizada por el Pentágono pregunta a cuatroscientos mil oficiales de una manera indiscretamente tendenciosa sobre la presencia de homosexuales dentro del ejército. No es que nos importe el ejército de Estados Unidos: que mejore su eficiencia o las relaciones interpersonales de sus miembros nos es indiferente. Sin embargo, llamó nuestra atención su "diseño de encuesta" y, por supuesto, la manera en que enfocaban la orientación sexual de sus integrantes.


Lo que se debate es la eliminación de la política "Don't ask, don't tell", que sería reemplazada por lineamientos igualitarios y de reconocimiento en esa institución. Lo que sí podría medir esta encuesta es el nivel de convicción sobre, y respeto de, los derechos humanos. Por lo que esta encuesta resultaría un gasto altamente inútil, pues conocemos los principios que guían su acción.

Preguntas tipo:

1- ¿Cómo calificaría su propia moral? Muy alta, alta, mediana, baja, muy baja.

2- Si la política del "don't ask, don't tell" es reemplazada, ¿cuánto crees que se vería afectada tu moral?
Lo que evidencia este tipo de preguntas es lo que se ha cuestionado en muchos debates sobre ampliaciación de derechos a homosexuales ¿Pueden plebiscitarse los derehos humanos?

lunes, 12 de julio de 2010

La Arena de María Eugenia López



La comparación es un método utilizado en las ciencias sociales para refutar o corroborar generalizaciones, para desmentir los particularismos o todo lo contrario. Sirve para marcar las similitudes y las grandes diferencias pero sobre todo evidencia temas, casos recurrentes, los menciona y procura explorarlos al detalle (de manera poco exacta y ligera: lo que sería una comparación cualitativa).

Las herramientas literarias utilizadas por Eugenia son desconocidas por mi, sin embargo, me arriesgo a darle una interpretación social y casi de confidente.

Para comparar, se tienen que tener objetos similares, o por lo menos, con características mínimamente reconocibles.

La temporalidad es un elemento clave. Esto es obvio pero a veces no evidente: es difícil comparar el derecho al sufragio de inicios de las repúblicas con los contemporáneos. y decir simplemente que las primeras son menos democráticas que las segundas, sino que responden a procesos de democratización distintos, bajo distintos marcos de lo que era ser una democracia.O comparar la niñez de los noventas con la de inicio del siglo veintiuno.

De esta manera, María Eugenia nos lanza la pregunta: ¿Es posible comparar el feminicidio de comienzos del siglo XIX con el del XXI?

La respuesta se construye en cada página de Arena.








viernes, 9 de julio de 2010

El orgullo se viste de morado


La escasez de militantes en las marchas por el orgullo gay en Lima ha llevado a la firme conclusión de que si la muchedumbre no viene a la causa, la causa irá a la muchedumbre.

Si bien parece un poco lejano alcanzar los estándares de asistencia de las masivas manifestaciones de ciudades como Madrid, Rio, México, Buenos Aires, Tel Aviv la pregunta inmediata resulta ¿Por qué la lejanía? ¿Hay más gays, más lesbianas, y más trans en estas ciudades?

Dudo, en principio que en Lima ( perdón por el centralismo, es ajeno a mi) exista tal escacez de diversidad sexual , pero sí carecemos de militantes pro visibilidad, pro orgullo, pro matrimonio, pro igualdad.

La acción colectiva no es pan de cada de día de movimientos a favor de derechos civiles, ¿será porque la mayoría estamos más concentrados en la demanda de derechos sociales? Es muy probable. Las igualdades y libertades básicas no han sido justamenta las ideas sobre las que se construyó la noción de ciudadanía peruana. La victoria de la inclusión política (derecho al sufragio y a la representación) no bastan para constituir al ciudadano como tal.

¿Se requieren cumplir los derechos sociales antes que los civiles? Recordando que vivimos en un Estado de Derecho, no. Todos deben ser promovidos e incentivados a la vez ya que uno no es solo pobre, sino que también es hombre, es transexual y es una ciudadana.

La desmovilización frente al reclamo de derechos fundamentales puede estar explicada por la desmovilización política en general existente a causa de un sistema de partidos débil y desinstitucionalizado. A falta de movimientos sociales poderosos como podrían ser las organizaciones LGTBI, se pensaría que algún partido podría canalizar estos reclamos. Sin embargo y como es sabido, pocos partidos apuestan por propuestas programáticas coherentes o por último, es un tema muy controversial como para discutirlo en campaña.

Según la Encuesta Mundial de Valores (WVS) hecha en 2001 en Perú, frente a la pregunta "De esta lista hay varios grupos de personas. Mencione el grupo que no le gustaría tener como vecino" , el 49.2% de entrevistados respondió Homosexuales. Mientras que en Argentina fueron mencionados por 22% de entrevistados y en España, el 14,8%. A pesar de ser datos agregados de todo el país y no ver exclusivamente las ciudades mencionadas, si pueden servir como un indicador para sugerir la mayor intolerancia existente a nivel global por los peruanos y peruanas.

Las observaciones que hemos hecho son pesimistas. No creemos que en los próximos años se vayan a sumar espontáneamente a la causa de la defensa de la igualdad de derechos para la comunidad LGBTI el 49% de peruanos que no quiere tenerlos como vecinos. Pensando en el otro 51% bueno, ellos tuvieron que decir entre kurdos, miembros de ETA, extremistas de derecha, extremistas de izquierda, drogadictos, alcohólicos, entre otros. Así que debe haber gran dispersión en la otra mitad y no afirmaríamos que estos sí quieren tener vecinos homosexuales, simplemente que en sus listas de repulsión social, no ocupan el primer lugar.

Proponemos por lo tanto, aprovechar un acto masivo, colectivo y familiar para promover la visibilidad y de paso pedirle al Señor de los Milagros que no nos odien tanto, que la igualdad sea un tema que se debata constantemente a nivel de medios y de representantes y que la libertad de expresión sirva para los que no la tienen, a cambio de hacer los votos de ir de morado y con la bandera en alto.