viernes, 6 de agosto de 2010

La Jaula en escena



Mi espectativa era grande frente a la puesta en escena por la magnitud del reto al que se enfrentaba: traducir esta obra a una sociedad considerablemente homofóbica resulta difícil y susceptible de caer en 'aclaraciones' u omisiones.



Las notas de la prensa evidencian la incomprensión general al resaltar en negritas el carácter de ficción de la relación entre los dos actores principales. Lo que resultaría obvio para cualquier espectador medianamente cuerdo, era necesario resaltar. El contenido (para muchos violento) del mensaje obliga a que se recuerde que es una representación.



La puesta de Juan Carlos Fisher tuvo más de jaula que de locas. Me refiero a que presentar hombres travestidos actuando de locas, o locas de verdad son parte de la escencia de la obra pero no toda. Considero que el guión presenta un texto bastante claro que denuncia la intolerancia de la sociedad, de la propia familia (el hijo contra su madre Zazá), los supuestos roles masculinos o femeninos, es la "actuación del género". Es contundente la posición del personaje Zazá cuando en una de las canciones dice basta a las exigencias de su familia y la reivindicación se hace presente. Esta perspectiva se desprende gratuitamente del texto sin embargo, la puesta no enfatiza estos puntos que resultan centrales para una sociedad como la Limeña. No tuvo, puediendo hacerlo, un alto nivel de reivindicación por lo que se cumplió por momentos lo que se quería evitar: muchos homosexuales para divertir. Sabemos que nuestro público no es el de la Cote d'Azur y la sutil y fina crítica de la Jaula de las locas puede ser percibida pero muy probablemente ignorada.


El texto reclama a gritos esto de, citanto a Fisher citando al autor, irse con algo más que un programa de mano. A mi parecer este algo más son los riesgos a tomar en la dirección, un beso entre los personajes (recordemos que todo el texto es un planteamiento de orgullo gay) resultaba totalmente pertinente. La cuestión es que hay besos que no venden. Los besos de dos vedettes en algún teatro local pueden ser más inofensivos , pero los besos de dos hombres son escandalosos, groseros, prescindibles. La jaula no era esa que pusieron en medio del escenario.




1 comentario:

  1. la cobardía de los realizadores ha transformado la obra en una jaula CON locas. locas que "son lo que son" pero un poquito menos. como todo animal enjaulado. ya se sabe: los animales enjaulados de los zoológicos no se reproducen, por lo que los encargados deben procurar ayuda. aquí, por el contrario, las locas enjauladas no se reproducen, porque no se besan, porque no se desean, pero porque no las dejan). son personajes castrados. pero, como los pajaritos encerrados, siguen cantado para divertir.

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